Introducción

El Informe PISA (Programme for International Student Assessment) es la herramienta más reconocida a nivel mundial para evaluar los sistemas educativos y se ha convertido en un termómetro de la enseñanza global. Organizado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), este informe mide las competencias de estudiantes de 15 años en áreas clave como matemáticas, lectura y ciencias y es fundamental en educación comparativa.
Cabe señalar que el informe nace del convencimiento de la importancia de la evaluación educativa como la herramienta más eficaz para comprobar si se ha producido el aprendizaje, objetivo último de la enseñanza. Y lo hace en el seno de una organización, la OCDE, que ya estaba acostumbrada a establecer comparativas entre países basándose en indicadores socioeconómicos. Fue a finales de los 90 cuando se animaron a hacerlo con los sistemas educativos y, en el año 2000, se produjo la primera edición.

La OCDE se ha convertido también, gracias a PISA, en una especie de Thinktank educativo que, cada año, basándose en los resultados, organiza distintas ponencias para estudiar aspectos concretos que ha puesto de relieve la prueba. Además, los resultados del informe se han convertido en fuente de innumerables artículos académicos sobre calidad de los sistemas educativos.

¿Qué es el Informe PISA?

El Informe PISA es una evaluación internacional que se realiza cada tres años desde el año 2000. Su objetivo es analizar el rendimiento académico de los estudiantes y proporcionar datos comparativos entre países. A diferencia de otros exámenes, PISA no evalúa conocimientos memorísticos, sino la capacidad de los estudiantes para aplicar lo aprendido en situaciones prácticas. Este enfoque basado en la evaluación por competencias permite identificar fortalezas y áreas de mejora en los sistemas educativos. La clasificación, desde sus comienzos, ha venido estando dominada por países asiáticos, como China, Japón, Corea del Sur y Singapur.

PISA evalúa tres áreas principales:

  • Lectura: Comprensión de textos escritos.
  • Matemáticas: Resolución de problemas cuantitativos.
  • Ciencias: Aplicación del razonamiento científico.

Además, cada edición incluye un enfoque especial en una de estas áreas, junto con preguntas sobre habilidades transversales, como el pensamiento crítico y la resolución de problemas.

Cooperación internacional en el Informe PISA

PISA es un ejemplo destacado de cooperación internacional en el ámbito educativo. Más de 80 países participan en cada edición, lo que permite comparar el desempeño de los sistemas educativos a nivel global. Para poder diseñar una prueba que se entienda en todo el mundo, casi todos los países involucrados han contribuido con expertos en esa puesta en común que se realiza con el diseño de las preguntas y de la misma evaluación.

En España, la gestión de PISA está a cargo del INEE (Instituto Nacional de Evaluación Educativa), dependiente del Ministerio de Educación y Formación Profesional de España. Este organismo coordina la aplicación de las pruebas y la publicación de los resultados a nivel nacional y por comunidades autónomas.
Los datos del Informe PISA son utilizados por gobiernos, educadores y responsables políticos para diseñar políticas educativas más efectivas. Por ejemplo, los resultados pueden inspirar reformas en los currículos escolares o en la formación docente. Los resultados en matemáticas de Reino Unido, inspiraron un plan de refuerzo a largo plazo que ha dado sus frutos. Sin embargo, aplicar medidas y que se note su impacto está resultando una tarea más compleja quizás de lo que esperaron los padres de la prueba hace un cuarto de siglo, dado que los resultados de bastantes países, lejos de mejorar, empeoran.

¿Qué revela el Informe PISA sobre el sistema educativo en España?

El sistema educativo español ha mostrado resultados mixtos en las ediciones de PISA. En general, España se sitúa cerca de la media de la OCDE en las tres áreas evaluadas, aunque con diferencias significativas entre comunidades autónomas, uno de los aspectos que más polémica suscita en el debate político. Por ejemplo, regiones como Castilla y León, Navarra y Madrid suelen obtener puntuaciones superiores a la media nacional y se podrían medir con los mejores países, mientras que otras enfrentan lo hacen bastante peor.
Algunos hallazgos clave del Informe PISA sobre España incluyen:

  • Fortalezas: Los estudiantes españoles destacan en habilidades de lectura y en la resolución de problemas colaborativos.
  • Áreas de mejora: Las matemáticas y las ciencias suelen ser puntos débiles, especialmente en la aplicación práctica de conocimientos.
  • Desigualdad educativa: Hay diferencias notables entre comunidades autónomas, lo que refleja la descentralización del sistema educativo español.

En la última edición, los resultados fueron tan decepcionantes que el Gobierno anunció un plan de refuerzo de matemáticas y de lectura, así como muchas de las comunidades. Esfuerzo que convendría evaluar con el máximo de rigurosidad, dados los recursos que se han destinado a ellos.

Centros educativos y su rol en PISA

Los institutos de educación desempeñan un papel crucial en la preparación de los estudiantes para las pruebas PISA. En España, los centros educativos seleccionados para participar en esta prueba son representativos de la diversidad del sistema educativo, incluyendo escuelas públicas, privadas y concertadas. Los resultados de estas evaluaciones ayudan a los institutos a identificar áreas de mejora y a implementar estrategias innovadoras, como el aprendizaje basado en proyectos o el desarrollo de competencias digitales o, por el contrario, mantenerse en línea con lo que venían haciendo si da resultados. Para los centros que quieren profundizar más, existe la posibilidad de PISA para colegios, y ahí pueden ver su puntuación exacta y cómo compara con el ranking general.

Como inconveniente, cabe señalar que, a diferencia de Monk, PISA no mide el progreso de los alumnos. Podríamos decir que proporciona una fotografía pero no un vídeo de cómo van evolucionando esos mismos niños. En definitiva, PISA no es evaluación formativa, como sí es Monk, nuestra plataforma.
¿A qué nos referimos con ese concepto? La evaluación formativa sería la que nos permite comprobar el progreso de cada alumno a lo largo del curso, con varias pruebas. Mariana Morales y Juan Fernández han escrito uno de los libros fundamentales para explicar este concepto, en el que animan a reflexionar sobre cómo evaluar para verdaderamente ayudar en el progreso a cada alumno. El equipo de Monk estuvo cinco años estudiando el diseño de una prueba que permitiera ayudar en evaluación formativa en matemáticas, en implementarla y calibrarla. Y, desde hace dos, está haciendo lo mismo con las matemáticas para secundaria y con la lectura para primaria.

Conclusión

El Informe PISA es mucho más que una evaluación internacional: es una herramienta clave para entender el estado de la educación a nivel global y local. En España, los datos de PISA ofrecen una radiografía del sistema educativo español, destacando tanto sus logros como sus desafíos, que siguen siendo prácticamente los mismos desde sus inicios. En muchos de los países evaluados los resultados o no acaban de mejorar o bien están cayendo. En Monk pensamos que, para lograrlo, lo que se precisa es una evaluación formativa que vaya dando esa película de vídeo sobre el progreso de los alumnos, en vez de la foto fija de PISA.